La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publicó un informe este viernes en el que señala que América Latina y el Caribe, liderados por Chile y Ecuador, son la segunda región productora acuícola del mundo después de Asia. Esta región produjo un total de 4,3 millones de toneladas en acuicultura en 2022, representando el 3,3% del total mundial.
Chile y Ecuador juntos representan el 53% de la producción acuícola total de la región, y ambos están entre los diez primeros países del mundo en esta industria. Ecuador es responsable del 5% de las exportaciones mundiales de productos acuáticos, mientras que Chile contribuye con el 4%, siendo superados solo por China, Noruega y Vietnam.
El comercio mundial de productos acuáticos alcanzó los 195 billones de dólares en 2022, según la FAO. La producción pesquera y acuícola mundial alcanzó un récord de 232,2 millones de toneladas en 2022, un 4,4% más que en 2020, y por primera vez la acuicultura superó a la pesca de captura.
En América Latina y el Caribe, la producción de pesca de captura fue de aproximadamente 12,8 millones de toneladas en 2022, lo que representa el 14% del total mundial. Perú es el único país de la región entre los diez principales a nivel mundial en esta categoría, contribuyendo con el 5,8% de la producción mundial.
La FAO destaca la importancia de políticas específicas, transferencia de tecnología y desarrollo de capacidades para impulsar la acuicultura sostenible en la región. También subraya la necesidad de promover la gestión eficaz y sostenible de las pesquerías y la expansión sostenible de la acuicultura para potenciar la contribución de los alimentos acuáticos a la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza.
A pesar de la importancia de la industria acuícola en la región, el consumo per cápita de estos alimentos en América Latina y el Caribe es de 10,7 kilos, por debajo de la media mundial de 20,7 kilos. La FAO indica la necesidad de aumentar la oferta de alimentos acuáticos en la región para satisfacer las demandas futuras y abordar el hambre, la malnutrición y la pobreza.
