El Real Madrid aseguró su pase a la final de la Copa del Rey tras vencer este miércoles 4-0 al FC Barcelona. Su figura y máximo anotador, Karim Benzema, lidero un nuevo recital merengue.

Karim Benzema no decepcionó. Gracias a tres goles y una asistencia del francés, el Real Madrid —derrotado por 1-0 en la ida— revirtió la situación y venció al Barcelona 4-0 en el Camp Nou el miércoles 5 de abril. Así, se enfrentará al Osasuna en la final de la Copa del Rey de España.

Los merengues destrabaron su juego justo antes del descanso, en un contraataque dirigido por Vinicius Jr. y Benzema, cuando ya se habían cumplido los 45 minutos del primer tiempo. El brasileño anotó el primer gol del equipo.

Luego, el ganador del Balón de Oro de 2022 impulsó a su equipo a la final al colocar un balón perfecto en la base del poste izquierdo de Marc-André ter Stegen en el minuto 50. Y poco después, convirtió desde el punto penalti, luego que de que Vinicius fuera derribado en el área culé. Su hat-trick llegó en el minuto 81.

Primavera de ensueño para el delantero centro francés, autor de un majestuoso triplete el domingo ante el Valladolid en La Liga, y de un importante gol ante el Liverpool para confirmar la clasificación de los merengues a los cuartos de final de la Champions League.

El miércoles, una vez más, hizo alarde de su clase. En el primer gol devolvió el balón a Vinicius, que vio frenado su disparo en la línea de Jules Koundé, antes de que el «nueve» se abalanzara sobre el balón para empujarlo a la red. En el segundo gol, potenció el bonito avance y recibió una asistencia perfecta de Luka Modric. En el tercero, aprovechó la torpeza de Franck Kessié, que aplastó el pie de «Vini» en el área. Y en el cuarto, volvió a liderar un contraataque dirigido por el brasileño para rematar tranquilamente desde la derecha.

Un nuevo recital para el delantero de la Real Madrid, que suma ya 25 goles y seis asistencias en todas las competiciones esta temporada.

El Barça vuelve a caer

En cambio, la decepción es inmensa para el técnico azulgrana Xavi Hernández, que soñaba con privar al Real Madrid de un segundo trofeo esta temporada después de haberse quedado con la Supercopa de España en Arabia Saudita. Pero sigue en camino de arrebatarle su trono como campeón de La Liga.

Tras tres clásicos ganados seguidos, el Barça cayó en casa, ante los 94.902 espectadores del Camp Nou. Una pesadilla para la defensa blaugrana, que sólo ha encajado nueve goles desde el inicio de la temporada de La Liga, y que este miércoles se llevó cuatro.

Después de recibir los tantos, los culés intentaron reaccionar, con ataques de Alex Baldé o una improbable irrupción en el área de Ronald Araújo. Pero nada funcionó.

El público también se extinguió un poco, tras sentirse motivado al inicio del partido. Los culés corearon el nombre del astro del fútbol Leo Messi. Unos cantos que muestran la intención de muchos de recuperar a su antigua leyenda, al término de su contrato con el París Saint-Germain. 

«Nos vemos en Sevilla»

Para Ancelotti, la velada es un éxito: el técnico italiano había apostado por una composición muy ofensiva, con Rodrygo en banda derecha y Fede Valverde detrás, pero la intensidad desplegada por sus jugadores le dio la razón.

Los merengues habían prometido, tras la derrota en semifinales en el Bernabéu, que el Real Madrid ganaría al menos un trofeo esta temporada. Ahora tiene una nueva carta: si La Liga parece perdida, los blancos tendrán una oportunidad contra el Osasuna, que venció al Athletic de Bilbao (1-0, 1-1).

Faltará un mes para otra potencial final: la de la Champions League, el 10 de junio en Estambul.