Ecuador sigue en vilo en medio de la emergencia y las medidas decretadas para frenar la violencia desatada por el crimen organizado.
A una alerta de bomba, que resultó ser falsa, se sumó la explosión controlada de un artefacto explosivo por parte de agentes policiales en la capital del país el jueves, mientras continuaba el descontrol y motines en varias prisiones.
La policía informó también que en una ciudad de la Amazonía ecuatoriana un incendio en una discoteca aparentemente provocado dejó al menos dos personas fallecidas y nueve heridas.
Un sector de los quiteños amaneció el jueves con la alerta de que una mochila con un supuesto artefacto explosivo había sido colocada en un basurero en la zona del Playón de la Marín, cercana a una estación de transporte público, aunque tras la inspección de unidades antiexplosivos se descartó que fuese una bomba.
La zona, repleta de locales comerciales, fue acordonada mientras equipos especializados de la policía con trajes de protección se movilizaron para confirmar o descartar la amenaza, en tanto que la gente fue evacuada al menos a una distancia de 50 metros.
El transporte de pasajeros y el paso peatonal fue restringido momentáneamente en el área.
El sistema de video vigilancia del ECU911 alertó que un hombre había dejado la maleta en la parada más importante de la zona, donde circulan a diario miles de personas, dijo el coronel Germán León, jefe del distrito centro de Quito en declaraciones a The Associated Press.
Según el comandante, luego de que las unidades especializadas determinaron que la maleta “no contenía nada”, la dinámica del centro —donde existe un alto flujo comercial— retornó a la “normalidad”.
En medio del ambiente de temor que vive el país y la ciudad, el jefe policial precisó que “nos hemos replanteado estrategias” como trabajar en grupos de entre 10 a 12 agentes técnicos y operativos en un esfuerzo por garantizar el orden y la seguridad ciudadana.
Horas más tarde, efectivos del equipo antibombas de la policías extrajeron y realizaron una detonación controlada de un explosivo dejado en el denominado Puente de Guajaló, al sur de la capital.
En un vídeo publicado en la cuenta de esa institución se mostró a los agentes con trajes especiales alejándose del sitio y enseguida un potente estallido que lanzó muy alto los neumáticos utilizados para minimizar la onda expansiva.
No hubo daños ni víctimas en la zona, de alta carga vehicular, y muy utilizada por el transporte pesado, según las autoridades.
La víspera al menos cinco hechos similares ocurrieron en diversos sectores de la capital con la colocación de explosivos en al menos dos vehículos, un puente peatonal y cerca de una cárcel, los cuales no dejaron víctimas o heridos pero sí daños materiales, según confirmó la policía.
En la ciudad amazónica del Coca, un incendio “provocado” en una discoteca por sujetos que no han sido identificados y que se extendió en 11 locales dejó al menos dos personas fallecidas y nueve heridas, confirmó la policía en un chat de periodistas.
El flagelo afectó 11 locales, agregó el reporte, y señaló que se activó un protocolo de seguridad en la casa de salud a la que fueron trasladados los heridos. El hecho es investigado y se busca a los responsables, se indicó.
El jueves también se produjeron nuevos incidentes en los centros carcelarios donde, según reportó el organismo que controla el sistema penitenciario, aumentó a 178 la cifra de agentes penitenciarios y servidores administrativos retenidos por los reclusos.
En un comunicado, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad (SNAI) precisó que en la madrugada internos de la cárcel de Esmeraldas dispararon desde el interior en contra de militares custodiaban el perímetro externo.
Agregó que la fuerza pública reaccionó “para controlar la situación”, pero no informó sobre víctimas o heridos.
En la cárcel de Santo Domingo, al noroeste de Quito, tres reclusos se fugaron la noche del miércoles y se realizan las tareas de búsqueda, añadió el SNAI.
“No vamos a dejar que un grupo de terroristas detenga el país”, dijo el presidente Daniel Noboa en un mensaje grabado enviado a los medios, al presentar el diseño de dos nuevas cárceles que planea construir y que cree necesarias para un “urgente saneamiento” del sistema penitenciario, que durante décadas ha estado “controlado por las mafias”, reconoció.
Para luchar contra el terrorismo y el crimen organizado se necesitan “leyes más duras, jueces honestos” y la posibilidad de extraditar a delincuentes peligrosos, dijo.
Las cárceles que se construirán en las provincias de Santa Elena y Pastaza, contarán con tres módulos de super, máxima y alta seguridad y estarán dotadas de alta tecnología, sistemas electrónicos y guardias sin rostro.