El Centro Correccional Las Parras comenzó sus operaciones formales hace dos semanas y, desde la pasada, empezó a recibir a los primeros internos, marcando el inicio del proceso que llevará al cierre definitivo de la cárcel de La Victoria, considerada por años como una de las instalaciones penitenciarias más cuestionadas del país.
Los primeros trasladados incluyen reclusos con formaciones técnicas en áreas como cocina, electricidad y plomería. Con este movimiento inicial, se abre paso a la transformación del sistema penitenciario, dejando atrás un recinto como La Victoria, señalado históricamente como un espacio donde se reproducen estructuras delictivas y se gestan crímenes de alto impacto.
Además de sus deficiencias en materia de rehabilitación y reinserción social, La Victoria ha sido símbolo de hacinamiento, violencia interna y precariedad. En conversación con Roberto Santana, director general de Servicios Penitenciarios y Correccionales, se destacó que la construcción de Las Parras ha sido un proceso “poco ideal, cuestionable y costoso” para el Estado dominicano, a pesar de que su financiamiento debía provenir del acuerdo con la empresa Odebrecht, tras admitir el pago de sobornos en el país.
El nuevo recinto, levantado durante la gestión del exprocurador Jean Alain Rodríguez —hoy sometido por casos de corrupción—, aspira a convertirse en un centro modelo para la rehabilitación de miles de privados de libertad, tanto condenados como preventivos.
Un proyecto US$100 millones más caro
Santana explicó que, cuando recibió la responsabilidad de planificar el sustituto de La Victoria, el proyecto original estaba valorado en unos 81 millones de dólares. Sin embargo, al entonces presidente Danilo Medina le presentaron una versión de 181 millones, elevando el costo en 100 millones de dólares.
Recordó además que su propuesta para reemplazar La Victoria contemplaba un modelo penitenciario completamente distinto al que finalmente se ejecutó, y que en ese momento el antiguo recinto albergaba alrededor de 9,300 personas privadas de libertad.




