Cerca de las 8:30 de la mañana del lunes 27 de octubre de 2014, el Metro de Santo Domingo se detuvo inesperadamente entre las estaciones Ramón Cáceres y Mauricio Báez, alterando la rutina de cientos de pasajeros.
La interrupción no fue accidental: un incendio provocado en una mochila sembró el pánico entre los 450 a 500 usuarios que habitualmente utilizan el servicio en ese horario. Este suceso se convertiría en el primer y único caso de terrorismo condenado en República Dominicana.
Entre los pasajeros se encontraba un joven, Franck Kelin Holguín Medina, quien destacaba en el vagón M-1279 por su vestimenta: camiseta blanca, pantalón y tenis negros, gorra roja y una mochila a juego. Dentro de esa bolsa llevaba gasolina, gravilla y materiales explosivos que usaría para iniciar el fuego.
Holguín Medina, entonces de 21 años, abordó el tren en la estación Manuel de Jesús Galván, aunque algunos informes señalan que fue en la estación Ramón Cáceres. Los videos, sin embargo, muestran cómo recorrió dos estaciones antes de iniciar el incendio.