Santo Domingo – Anualmente, miles de dominicanos regresan a la República Dominicana desde varios países, principalmente por problemas migratorios o tras cumplir condena por delitos como tráfico de drogas. Según datos de la Dirección General de Migración (DGM), desde diciembre hasta mayo de este año, aproximadamente 1,300 dominicanos han sido deportados desde Estados Unidos, Europa, y Canadá, entre otros lugares.
La DGM se encarga de recibir a los deportados, registrando sus datos personales y las circunstancias de su deportación para futuras referencias. Sin embargo, ¿qué ocurre con ellos una vez entregados a sus familias?
A pesar de que el gobierno afirma contar con varios programas para la reinserción de los repatriados, hay quienes desconocen cómo funcionan estas iniciativas. Por ejemplo, Luis Marcos (nombre ficticio) relató que, tras llegar en 2021 después de cumplir una condena por narcotráfico en Estados Unidos, nunca recibió ayuda psicológica ni seguimiento por parte de las autoridades dominicanas.
Víctor Castro, otro deportado, mencionó un proceso similar al de Marcos al llegar en 2003 por estatus migratorio ilegal y posesión de drogas. Después de firmar durante seis meses en la Procuraduría General de la República, nunca más fue contactado.
La Unidad de Reinserción de Repatriados de la Procuraduría General de la República, dirigida por la fiscal Danisa Cruz, se encarga de llamar periódicamente a los deportados, proporcionándoles información sobre empleos y préstamos para emprendimientos sociales.
El gobierno dominicano, a través del Ministerio de Interior y Policía, ofrece programas para la reinserción social de los deportados según el tipo de delito cometido en el extranjero. Muchos de los deportados encuentran empleo en Call Centers debido a su dominio del inglés, aunque enfrentan dificultades para ser contratados en otras industrias debido al estigma asociado con la deportación.
Yassel Moreta, deportado desde Estados Unidos, trabaja múltiples turnos en un centro de llamadas después de ser arrestado en su lugar de trabajo anterior por problemas migratorios y aceptación de menores. A pesar de tener habilidades, enfrentó dificultades para ser aceptado en otras áreas laborales.