En una conferencia de prensa el lunes, la canciller mexicana, Alicia Bárcena, reveló que armas de uso exclusivo del ejército estadounidense están ingresando a México, generando preocupación en medio de la creciente violencia vinculada al crimen organizado. Bárcena instó a una investigación urgente y afirmó que este tema fue discutido durante una reciente reunión en Washington entre funcionarios mexicanos y estadounidenses.
La delegación mexicana, encabezada por Bárcena, abordó principalmente la migración irregular, pero también expresó inquietudes sobre el flujo de armas. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha presentado demandas contra empresas fabricantes y distribuidoras de armas estadounidenses en Boston y Tucson. A pesar de algunos contratiempos judiciales, Bárcena anunció que obtuvieron un fallo favorable en la Corte de Apelaciones del Primer Circuito de EE. UU.
En su cuenta de Twitter, la canciller escribió: «La Corte de Apelaciones dictó sentencia a favor de México en su demanda contra empresas fabricantes de armas. El asunto regresa a primera instancia para la revisión del fondo del asunto».
El embajador estadounidense en México, Ken Salazar, comentó en una rueda de prensa que existe un «intercambio constante» de información entre ambos países y se comprometió a compartir más datos sobre el caso a medida que estén disponibles. Subrayó la prioridad del presidente Joe Biden en detener el flujo de armas hacia México, ya que el 70% de las armas causantes de violencia en México provienen de Estados Unidos.
El gobierno mexicano ha señalado repetidamente que el tráfico de armas desde EE. UU. alimenta la violencia vinculada al crimen organizado en el país, con más de medio millón de armas ingresando a México desde Estados Unidos cada año, según datos oficiales.
