ARLINGTON.- En un espectacular debut esta temporada, Max Scherzer brilló en el montículo, llevando a los Rangers de Texas a una contundente victoria de 4-0 sobre los Reales de Kansas City en el Globe Life Field el domingo.
Scherzer, de 39 años y adquirido de los Mets en la fecha límite de cambios del año anterior, mostró su dominio característico al lanzar cinco entradas sin permitir carreras. En ese tiempo, limitó a los Reales a un solo hit mientras ponchaba a cuatro bateadores clave del equipo rival. Su notable rendimiento incluyó retirar a los primeros 13 bateadores que enfrentó, subrayando su habilidad y experiencia en el montículo.
El veterano lanzador, quien se sometió a una cirugía en la temporada baja para corregir una hernia de disco en la espalda, también superó dolencias adicionales en el pulgar y problemas nerviosos que retrasaron su regreso a la competición. A pesar de estos desafíos, Scherzer demostró por qué es considerado uno de los mejores en su posición en la historia del béisbol.
Bruce Bochy, el manager de los Rangers, elogió la actuación de Scherzer, enfatizando su impacto en el equipo más allá de las estadísticas individuales. «Max es un tipo inteligente. Se conoce a sí mismo mejor que nadie, sabe en qué punto de su carrera se encuentra. Es bueno tenerlo ahí. Su presencia es buena para el club, creo», comentó Bochy, destacando la influencia positiva de Scherzer en el vestuario.
Además de su impecable desempeño en el montículo, Scherzer logró un hito significativo al empatar con Greg Maddux en el puesto número 11 de todos los tiempos en la lista de ponches de las Grandes Ligas, con un impresionante total de 3,371 ponches. Este logro no solo subraya su legado como uno de los grandes del béisbol moderno, sino que también señala su continua contribución al deporte a pesar de los desafíos físicos enfrentados.
Con este impresionante inicio de temporada, Scherzer deja claro que su influencia y habilidad siguen siendo una fuerza dominante en el béisbol profesional. Los Rangers de Texas esperan con entusiasmo lo que el futuro tiene reservado bajo el liderazgo y la destreza de Max Scherzer en el montículo.