Antonio Brown, el receptor que celebró la victoria en el Super Bowl LV con los Tampa Bay Buccaneers de la NFL, ha declarado su bancarrota a los 35 años. A lo largo de su carrera, Brown ha enfrentado diversos desafíos, desde ser despedido de los Raiders antes de su debut hasta su salida tumultuosa de los Buccaneers tras un desacuerdo con el entrenador Bruce Arians. A pesar de sus talentos en el campo, su trayectoria estuvo salpicada de escándalos, incluyendo acusaciones de violencia doméstica y problemas financieros. Aunque su situación actual es complicada, su destacado desempeño en la NFL podría abrirle la puerta al Salón de la Fama en el futuro, brindándole una oportunidad para reconstruir su vida tras la bancarrota.