La Junta Central Electoral (JCE) ha anunciado la resolución de los errores detectados en la primera auditoría a los equipos de digitalización, escaneo y transmisión de datos (EDET), aunque los hallazgos revelados plantean serias preocupaciones sobre la ciberseguridad en el proceso electoral.

El informe preliminar de la auditoría, realizado por el Centro de Asesoría y Promoción Electoral (CAPEL) en diciembre pasado, destaca significativas debilidades en términos de seguridad cibernética. La falta de restricciones y medidas de seguridad se posiciona como una de las principales deficiencias señaladas por el análisis.

Uno de los descubrimientos clave resalta que el sistema operativo de los equipos de cómputo electoral, destinados para las elecciones municipales de febrero, demanda un refuerzo en su software para combatir programas maliciosos o malware. De acuerdo con las pruebas realizadas, se ha sugerido «la instalación y configuración de una solución antimalware avanzada que ofrezca protección más allá de las capacidades del antivirus por defecto de Windows».

La JCE asegura haber implementado las correcciones necesarias para abordar estas vulnerabilidades, garantizando así la integridad y seguridad del proceso electoral. Sin embargo, la revelación de estas debilidades plantea interrogantes sobre la eficacia de las medidas de seguridad implementadas en el ámbito electoral, generando un debate sobre la necesidad de reforzar la ciberseguridad en futuros eventos electorales.