Para blanquear los beneficios, compraban y vendían productos de alta gama o lingotes de oro.
En total, fueron detenidas 54 personas, de las cuales siete ya han entrado en prisión, incluidos los tres principales dirigentes de la organización ubicados en Portugal.
A los detenidos se les imputan delitos de pertenencia a grupo criminal, estafa, blanqueo de capitales y robos con violencia e intimidación.
Barcelona.- Al menos 54 personas fueron arrestadas en una operación conjunta de las policías española y portuguesa que desmanteló una red acusada de estafar más de 2,5 millones de euros a 84 ancianos mediante llamadas telefónicas en España y Portugal.
Durante la operación policial se identificaron 84 víctimas del método de ‘vishing’, donde una persona se hacía pasar por trabajador bancario y alertaba a los ancianos sobre operaciones sospechosas en sus cuentas, sugiriendo que criminales intentaban robarles dinero y objetos de valor.
Una vez convencidas las víctimas, se procedía a la segunda fase del engaño: un supuesto técnico visitaba sus domicilios haciéndose pasar por empleado bancario o policía, persuadiendo a las víctimas para entregar sus tarjetas bancarias y joyas bajo el pretexto de resguardarlos en un lugar seguro.
La organización tenía una estructura descentralizada para dificultar la investigación: los líderes operaban desde Portugal, mientras que los ejecutores actuaban en Andalucía y Cataluña.
Modus operandi
Según explicaron en una rueda de prensa conjunta representantes de las policías de Cataluña, España y Portugal, la red criminal estaba jerarquizada con perfiles profesionales y antecedentes similares.
Una vez obtenido el dinero, lo trasladaban en vehículos hacia Portugal o lo enviaban mediante agencias especializadas. Las transferencias eran recibidas por intermediarios (‘mulas’) que enviaban el dinero a la cúpula en Portugal. Más del 80% de las víctimas residían en Barcelona y áreas cercanas, todas personas vulnerables y de edad avanzada que vivían solas.
El ‘vishing’ es una de las modalidades de fraude más comunes en España y podría evolucionar con el uso de Deep Fake, donde los criminales emplean Inteligencia Artificial para simular la voz de otra persona.