Santo Domingo.– El 25 de noviembre no es solo una fecha en el calendario internacional. Es un recordatorio histórico nacido del dolor, la resistencia y el sacrificio de tres mujeres dominicanas que enfrentaron con firmeza una de las dictaduras más implacables de América Latina: las hermanas Mirabal.
El 25 de noviembre de 1960, Minerva, Patria y María Teresa Mirabal fueron encontradas sin vida dentro de un jeep en un barranco de la carretera de Salcedo. El régimen de Rafael Leónidas Trujillo intentó presentar el hecho como un accidente de tránsito, un intento desesperado por encubrir lo que pronto sería evidente: se trató de un asesinato político.
Las tres hermanas, conocidas como Las Mariposas, habían sido perseguidas, encarceladas y vigiladas por su participación en el Movimiento 14 de Junio, una organización clandestina que buscaba el derrocamiento de la dictadura y la restauración de las libertades en el país. Su activismo las convirtió en un objetivo directo del régimen.
El crimen que aceleró la caída del trujillato
El asesinato de las Mirabal generó una ola de indignación nacional e internacional. Su muerte expuso, una vez más, la brutalidad del régimen y profundizó la crisis interna del trujillato, debilitado ya por sanciones internacionales, divisiones internas y el cansancio de más de tres décadas de represión.
Para muchos historiadores, la ejecución de las hermanas fue uno de los golpes definitivos que pavimentaron el camino hacia el ajusticiamiento del dictador el 30 de mayo de 1961.
En 1981, durante el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, activistas de la región eligieron el 25 de noviembre como día para denunciar la violencia machista, tomando como símbolo la lucha y el sacrificio de las hermanas Mirabal.
Doce años después, en 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, reconociendo la problemática como una violación a los derechos humanos.
Y en 1999, oficialmente, la ONU estableció el 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, elevando la memoria de las Mirabal al escenario mundial.
Un legado que sigue vivo
Hoy, más de seis décadas después del crimen, las hermanas Mirabal siguen representando resistencia, dignidad y memoria histórica. En República Dominicana, su imagen forma parte del tejido cultural y educativo; en el mundo, su nombre inspira campañas, leyes, marchas y movimientos contra la violencia de género.
Cada 25 de noviembre, el planeta recuerda que la lucha de Las Mariposas no quedó atrapada en la dictadura: trascendió para convertirse en un llamado universal a proteger la vida de las mujeres y a romper el silencio frente a cualquier forma de violencia.




