Lo que parecía una mala noche para Juan Soto terminó convirtiéndose en histórica. Tras poncharse en sus primeras tres apariciones al plato, el dominicano conectó un imparable productor que llevó al plato a José Sirí y luego se robó la tercera base, consiguiendo así su estafa número 30 de la temporada.
Con esa jugada, Soto alcanzó por primera vez en su carrera la prestigiosa marca del 30-30, combinando 30 jonrones y 30 bases robadas. Ahora, con solo dos cuadrangulares pendientes, tiene la oportunidad real de convertirse en miembro del exclusivo club del 40-30.
El repunte ofensivo que ha mostrado desde agosto no solo le ha dado un cierre espectacular a su campaña, sino que lo ha colocado en la conversación por el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, donde algunos lo sitúan solo por detrás del japonés Shohei Ohtani.
De lograr la hazaña, su temporada sería única en lo que va de siglo: 40 jonrones, 30 robos, 100 empujadas, 100 anotadas y 120 boletos. La última vez que un pelotero alcanzó esas cifras fue Barry Bonds en 1996.