Ecuador se sumerge en la incertidumbre mientras el país busca desesperadamente a José Adolfo Macías Villamar, alias «Fito», líder de la temida banda «Los Choneros». Con vínculos atribuidos al cártel mexicano de Sinaloa, su reciente desaparición ha desencadenado una serie de eventos violentos, llevando a la declaración oficial de un «conflicto armado interno».

«Fito», también conocido como «el patrón», es considerado uno de los capos más peligrosos del narcotráfico en Ecuador. Aunque las autoridades evitan usar la palabra «fuga», se presume que escapó de su celda antes de ser trasladado a una prisión de máxima seguridad.

Con 44 años, nacido en Manta, «Fito» tiene un extenso prontuario criminal que incluye robo, asesinato, homicidio, asociación ilícita y más. Su madre, Marisol Villamar, sostiene que es inocente, alegando que es blanco de acusaciones injustas.

Tras la muerte de «Rasquiña» en 2020, «Fito» asumió el liderazgo de «Los Choneros», una banda catalogada ahora como «terrorista». Vinculada al cártel mexicano, controla el paso de drogas por las costas del Pacífico, ofreciendo servicios de seguridad y logística.

La desaparición de «Fito» ha desencadenado una lucha de poder entre bandas rivales como Los Tiguerones y Los Chonekillers. Mientras un grupo de élite busca activamente al líder fugitivo, se ofrece una recompensa por información sobre su paradero.

Condenado a 34 años desde 2011, «Fito» ha destacado por sus privilegios en la cárcel, exhibidos en videos y murales. Su imagen inconfundible contrasta con las críticas del presidente Noboa sobre la comodidad en su celda.

La fuga de «Fito» revive recuerdos de su escape en 2013 junto con «Rasquiña». Aunque recapturados, la incertidumbre actual persiste, con el presidente admitiendo posibles irregularidades en el registro de su presencia en la celda.

Ecuador se enfrenta a una crisis desatada por la desaparición de «Fito», un capo que desafía las autoridades y mantiene al país en vilo, sin saber cuándo ni cómo se esfumó de la prisión.