Una profunda investigación realizada por el poeta e investigador Eduardo Gautreau de Windt ha sacado a la luz no solo la prolífica carrera musical de su abuelo, Clodomiro Gautreau, sino también el papel crucial que desempeñó el periódico Listín Diario en la promoción de importantes instituciones culturales en la República Dominicana a principios del siglo XX. Durante la primera veintena de ese siglo, el Listín Diario lideró una intensa campaña para la creación de una Orquesta Sinfónica, un Conservatorio de Música y un Teatro Nacional.
Además, esta investigación revela un hito histórico poco conocido: la celebración del Primer Congreso Musical Dominicano, del 31 de julio al 5 de agosto de 1928, que convirtió a la República Dominicana en el tercer país de Latinoamérica en realizar un evento de tal magnitud, tras México y Cuba. Clodomiro Gautreau, abuelo del investigador, fue uno de los impulsores de este congreso.
Estas demandas culturales, que emergieron durante el último gobierno del presidente Horacio Vásquez (1924-1930), culminaron años después con la construcción del Palacio de Bellas Artes y la creación de instituciones musicales como el Coro Nacional, la Orquesta Durante el último período de gobierno del presidente Horacio Vásquez se celebró en país el primer Congreso de Música Dominicana, que según narró el poeta y ensayista fue un evento trascendental en nuestro país, celebrado el 31 de julio al 5 de agosto de 1928, cuando los más grandes del quehacer musical se reunieron en el Palacio Consistorial de la ciudad de Santo Domingo, para analizar la situación musical de República Dominicana y trazar las pautas a seguir en los años venideros como el estudio de los ritmos autóctonos como forma de consolidar nuestra identidad nacional. Sinfónica Nacional y el Conservatorio Nacional de Música.
Cronista pionero en la cultura de San Pedro de Macorís
Uno de los personajes fundamentales en la vida cultural de San Pedro de Macorís fue José Martínez Conde, destacado cronista que se dedicó a documentar y reportar las principales actividades del pueblo. Su labor fue esencial para plasmar la efervescencia artística y humanística de la época, siendo pionero en la difusión de temas relacionados con la cultura musical y las artes.
En aquel entonces, San Pedro de Macorís se consolidaba como un importante centro cultural del país, albergando el icónico Teatro Colón, epicentro de una vibrante actividad artística que posicionó al pueblo como referente en el quehacer cultural de la nación.