Dajabón, RD.– Con música típica, exposiciones y expresiones culturales, la provincia de Dajabón vivió dos días de fiesta durante una nueva entrega de Turismo en Cada Rincón, iniciativa del Ministerio de Turismo (Mitur) que promueve los atractivos de cada región del país.
El parque Duarte del municipio cabecera fue el escenario principal, congregando a cientos de visitantes locales y de otras provincias que disfrutaron de la diversidad natural, cultural y gastronómica de municipios como Loma de Cabrera, Partido, Restauración y El Pino, así como de los distritos municipales Cañongo, Manuel Bueno, Capotillo, Santiago de la Cruz y Trinitaria.
La actividad, coordinada por el director de Turismo Interno del Mitur, Martín Duquela, contó con el respaldo del Clúster Turístico provincial, su presidenta Kathia Sarit, la gobernadora Severina Gil y las alcaldías locales. Duquela destacó el entusiasmo de la comunidad y el potencial de Dajabón para consolidarse como destino turístico internacional.
El evento incluyó presentaciones de grupos folklóricos, batón ballets y música típica con artistas como Las Muñequitas del Acordeón, la Unión Carnavalesca de Dajabón, los Paleros de Loma de Cabrera y el Grupo Santo Domingo del Mitur. El cierre del primer día estuvo a cargo del bachatero nativo Alex Montero, mientras que la clausura general contó con la presentación de Krisspy y su merengue típico.
Las exposiciones también integraron muestras del carnaval local, con caretas y vestuarios de personajes tradicionales como los Diablos Cojuelos y Robalagallinas, reafirmando la identidad cultural de la provincia.
Además de su valor turístico, ambos proyectos se han convertido en atractivos educativos que fortalecen la identidad local y fomentan el intercambio cultural. En La Ruta de la Miel, los visitantes no solo conocen el proceso artesanal y moderno de la apicultura, sino que también participan en degustaciones y talleres que promueven la preservación del medioambiente y el desarrollo económico de las comunidades.
Mientras tanto, el Paseo Japonés se erige como un puente entre dos culturas, donde cada detalle —desde sus jardines inspirados en el paisajismo nipón hasta las exhibiciones gastronómicas— rinde homenaje a la herencia dejada por los inmigrantes japoneses que, con esfuerzo y dedicación, contribuyeron al progreso agrícola de la zona. Estos espacios no solo invitan a recorrer la historia, sino a vivirla de forma sensorial y cercana.