Los pasajeros de un vuelo de la aerolínea World 2 Fly, proveniente de Madrid, España, experimentaron momentos de tensión al ser evacuados por la puerta trasera del puente de desembarque en el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA).
El incidente fue causado por una avería en la puerta enrollable tipo «shutter» del puente L3, que imposibilitó el desembarque convencional.
Luis López, director de Comunicaciones de Aeropuertos Dominicanos XXI (Aerodom), informó que los técnicos del Departamento de Operaciones intentaron resolver la situación, pero sus esfuerzos no tuvieron éxito.
Ante la imposibilidad de reparar la puerta, se decidió evacuar a los pasajeros utilizando la puerta trasera izquierda del puente, desde donde fueron trasladados en autobuses hacia las áreas de migración y aduanas de la terminal.
López calificó la falla como un evento imprevisto y subrayó que este tipo de problemas técnicos puede ocurrir en cualquier infraestructura. Además, aseguró que la puerta averiada fue retirada temporalmente de servicio para realizar las reparaciones correspondientes.
El periodista Gustavo Olivo criticó duramente el incidente a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), calificándolo como una «vergüenza nacional». Según Olivo, los pasajeros esperaron cerca de una hora para que un técnico intentara abrir la puerta del puente de desembarque.
“Esto no solo afecta la imagen del país ante los turistas, sino que también pone de manifiesto problemas estructurales en la gestión aeroportuaria”, añadió.
Pese al contratiempo, el aeropuerto continúa registrando un elevado flujo de pasajeros tras las celebraciones navideñas. Según Aerodom, los vuelos operan con una ocupación del 98 %, impulsados por el regreso de dominicanos residentes en el extranjero y la llegada de turistas.
Para responder a la alta demanda, las aerolíneas han incrementado la cantidad de vuelos disponibles durante esta temporada. Mientras tanto, los equipos de mantenimiento trabajan en la reparación de la puerta L3 para evitar incidentes similares en el futuro.
Este episodio pone en evidencia la necesidad de una gestión técnica eficiente, especialmente en épocas de alta actividad como las festividades de fin de año.