El Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) justificó la instalación de 15 nuevos reductores de velocidad a lo largo del Malecón de Santo Domingo, de los cuales seis son calzadas elevadas y el resto corresponde a vibralines y señalización vertical, luego de que conductores reportaran taponamientos frente al parque Eugenio María de Hostos.
Las calzadas se distribuyen desde la plaza Juan Barón y el monumento Fray Antón de Montesinos, pasando entre los hoteles Jaragua y Sheraton, Playa Güibia, Caribbean Cinemas, el Club de los Profesores de la UASD, Malecón Center, hasta las inmediaciones del Banco Agrícola, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la avenida Alma Mater.
El director de Tránsito y Vialidad del Intrant, ingeniero Joel Gneco Gross, explicó que la medida responde a un alto índice de atropellamientos y siniestros registrados en los últimos años, producto del exceso de velocidad en un tramo donde la ordenanza 06/2020 limita la circulación a 35 kilómetros por hora. Sin embargo, las autoridades detectaron vehículos desplazándose a más de 60 km/h, duplicando el límite permitido y poniendo en riesgo a peatones y usuarios de la vía.
Según estadísticas oficiales, en los últimos tres años el Malecón ha registrado al menos 20 accidentes graves, con un saldo de 11 personas fallecidas y 41 lesionadas. Estos datos, sumados al gran número de familias, deportistas, trabajadores y turistas que utilizan la zona, motivaron una intervención técnica para reducir riesgos.
El proyecto incluyó la instalación de 170 señales verticales, 700 metros de bandas sonoras, 10,500 metros lineales de marcas viales y cruces peatonales elevados. Las proyecciones indican que estas medidas podrían salvar hasta dos vidas por año y evitar alrededor de nueve lesiones graves.
Gneco Gross señaló que las nuevas calzadas elevadas fueron diseñadas con dimensiones especiales, equivalentes al nivel de la acera, para favorecer la accesibilidad de personas con discapacidad, y que su tamaño varía según las necesidades de cada punto crítico.
Pese a los inconvenientes temporales en el tránsito, el Intrant sostiene que las calzadas cumplen con su objetivo principal: obligar a los conductores a reducir la velocidad y mitigar los accidentes mortales en una de las avenidas más concurridas del país.
