La primatóloga británica Jane Goodall, reconocida mundialmente por revolucionar el estudio del comportamiento animal y difuminar la frontera entre los humanos y otros primates, falleció a los 91 años por causas naturales en California, durante una gira de conferencias en Estados Unidos, informó este miércoles su instituto.
Goodall transformó la ciencia desde 1960, cuando comenzó su trabajo en la Reserva de Chimpancés de Gombe, en Tanzania, bajo la mentoría del antropólogo Louis Leakey. Allí, sin formación universitaria formal, documentó por primera vez que los chimpancés no solo usaban herramientas, sino que también eran capaces de fabricarlas, además de mostrar emociones y rasgos de personalidad complejos.
Su innovador método, basado en la convivencia con los animales y en otorgarles nombres en lugar de números, desafió a la comunidad científica de la época, que inicialmente cuestionó sus hallazgos. Sin embargo, su persistencia cambió para siempre la manera en que se entiende el comportamiento animal.
En 1977 fundó el Instituto Jane Goodall, dedicado a la conservación y la educación ambiental, y más tarde el programa juvenil Roots & Shoots. Con el paso de los años, Goodall pasó de investigadora a activista global, recorriendo el mundo para alertar sobre la pérdida de hábitats, el cambio climático y la necesidad de un compromiso humano con la protección del planeta.
“El legado de la doctora Goodall es inmenso: abrió una ventana a nuestro pasado evolutivo y dedicó su vida a recordarnos la responsabilidad de preservar la vida en la Tierra”, señaló su instituto en un comunicado.
Admirada por su capacidad de inspirar a las nuevas generaciones, Goodall resumía su misión en una frase: “Fui a África como científica, pero regresé como activista”.