En una muestra unánime de rechazo y preocupación, diversas organizaciones y líderes comunitarios de Baní han alzado su voz contra el atroz crimen ecológico que está teniendo lugar en Las Dunas de Baní, perpetrado por grupos de interés económico.
Las acciones de depredación y devastación que están ocurriendo en Las Dunas han despertado la indignación de los banilejos, quienes exigen una intervención inmediata por parte del Ministerio de Medio Ambiente para detener estos actos que amenazan la fauna, la flora y el entorno natural de la región.
Entidades como la Alianza Banileja, el Patronato de Apoyo al Cucurucho de Peravia, la seccional Baní-Matanzas de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), el Instituto Duartiano y el Movimiento Cultural Peraviano han expresado su total rechazo a estas acciones que dañan de manera recurrente este patrimonio natural, cultural e histórico.
La alarmante situación ha sido denunciada en un amplio reportaje por el Listín Diario, evidenciando la destrucción progresiva de Las Dunas de Baní, ante la pasividad de las autoridades locales y nacionales de Medio Ambiente.
Ante esta situación, líderes como Luis Ney Quiterio y Fabio Fernando Herrera han pedido una atención inmediata a las Dunas, instando a las autoridades a tomar medidas concretas para su protección. Además, se está promoviendo la elevación de Las Dunas a la categoría de Parque Nacional, una medida respaldada por diversas entidades y munícipes de Baní.
Esta propuesta cuenta con el apoyo de la seccional Baní-Matanzas de la ADP, cuyo presidente, Gregorio Aybar, destaca la importancia de establecer límites claros para proteger este invaluable recurso natural.
El repudio a estas acciones también ha sido expresado por el Instituto Duartiano-Baní y el Movimiento Cultural Peraviano, quienes demandan una acción inmediata por parte de las autoridades para detener este crimen ambiental.
El reconocido ambientalista banilejo, Alexis Agramonte, ha levantado su voz contra este atropello medioambiental, denunciando la irresponsabilidad de las autoridades de Medio Ambiente y exigiendo medidas concretas para reparar los daños causados.
Además, los productores apícolas, miembros del Club Las Calderas y productores caprinos de la zona han denunciado el verdadero propósito detrás de esta devastación: la explotación agrícola ilegal de un área protegida.
La comunidad banileja se une en un firme llamado a proteger Las Dunas de Baní, un patrimonio natural que merece ser preservado para las generaciones futuras.
