Miami.- La NASA expresó confianza en que la nave Starliner de Boeing realizará un retorno exitoso sin tripulación este viernes, cuando se prevé que se separe de la Estación Espacial Internacional (EEI) y complete un viaje de seis horas hacia Nuevo México.
Este viaje no tripulado marcará el cierre de una accidentada misión de prueba de la cápsula, que inicialmente estaba programada para durar ocho días, pero que se ha extendido a tres meses debido a fallos en su sistema de propulsores y la detección de fugas de helio.
Según el calendario de la NASA, la Starliner se separará de la EEI a las 18:04 (22:04 GMT) del viernes y realizará de forma autónoma un recorrido de seis horas antes de aterrizar en White Sands, Nuevo México, utilizando un sistema de paracaídas.
Los responsables de la misión destacan los buenos resultados obtenidos en pruebas recientes del sistema de propulsores y confían en que la cápsula completará con éxito su reingreso a la atmósfera y su descenso. Steve Stich, directivo del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, señaló que «tenemos confianza en los propulsores» y en «las capacidades del vehículo para un buen aterrizaje en Nuevo México».
Stich mencionó que las fugas de helio podrían estar relacionadas con la corrosión de algunos sellos, un aspecto que será analizado como parte del proceso de certificación de la nave para misiones de transporte en órbita terrestre baja.
Durante la misión tripulada de prueba, denominada CFT (Crew Flight Test), Stich destacó que «muchos tramos del vuelo transcurrieron muy bien» y que la nave ha demostrado ser «viable» sin necesidad de rediseñar su sistema de propulsores.
Astronautas varados
Tanto Stich como Dana Weigel, directora de la NASA para la EEI, rechazaron la idea de que los astronautas Barry «Butch» Wilmore y Sunita «Suni» Williams estuvieran «varados» en la EEI. Weigel señaló que ambos han realizado al menos 42 experimentos en órbita y se han integrado sin problemas a las actividades de la expedición.
Ambos astronautas regresarán en febrero de 2025 en una nave Dragon de SpaceX, después de haber pasado 262 días en órbita.