En República Dominicana, el embarazo en adolescentes ha disminuido en 1,623 casos durante el primer trimestre de este año en comparación con el mismo período de 2023, lo que representa una reducción del 26.6%. Estos datos, proporcionados por el Consejo Nacional de Niñez y Adolescencia (Conani), resaltan la tendencia descendente constante del embarazo en niñas y jóvenes de entre 10 y 19 años, gracias a la implementación de programas de educación sexual integral y habilidades para la vida por parte de varias instituciones estatales.
Seis de las provincias con mejoras destacadas son Puerto Plata, San Juan de la Maguana, Barahona, San Cristóbal, y San Pedro de Macorís, que han sido priorizadas desde 2022 por la Política de Prevención y Atención a las Uniones Tempranas y el Embarazo en Adolescentes (PPA) debido a sus altas tasas de embarazos adolescentes.
Aunque Dajabón continúa entre las provincias con mayores porcentajes de embarazos en edad temprana, se ha observado una disminución notable en comparación con años anteriores. Por ejemplo, en 2022 tuvo 199 embarazos de niñas y adolescentes, cifra que se redujo a 110 en 2023, y durante el primer trimestre de este año se presentaron 37 embarazos en este rango de edad.
El comportamiento decreciente también se evidencia en San Cristóbal, donde los embarazos adolescentes pasaron de 1,743 en 2022 a 708 en 2023, y se registraron 289 en el primer trimestre de 2024.
Además, San Juan de la Maguana, que estuvo entre las diez provincias con mayor porcentaje de niñas y adolescentes embarazadas en 2022, ha salido de este rango. La provincia Duarte también muestra una tendencia similar, según los datos oficiales.
Se estima que el embarazo adolescente le cuesta a la República Dominicana alrededor de 245 millones de dólares cada año, lo que representa un 0.29% del producto interno bruto (PIB). El país tiene la Tasa Específica de Fecundidad Adolescente más alta de América Latina, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
