Tensión en la frontera: Trump advierte a México con sanciones y aranceles por disputa de agua con Texas
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elevó el tono en la disputa por el agua con México, amenazando con la imposición de sanciones y aranceles si no se resuelve un desacuerdo en torno a un tratado de aguas de 81 años de antigüedad. Este tratado establece la manera en que ambos países comparten el agua a través de una compleja red de presas y cuencas interconectadas.
“Seguiremos intensificando las consecuencias hasta que cumpla y le dé a Texas el agua que se le debe”, declaró el mandatario estadounidense. A través de una publicación en su plataforma Truth Social, Trump afirmó que “México le DEBE a Texas 1.3 millones de acres-pies de agua según el Tratado de Aguas de 1944, pero desafortunadamente México está violando su obligación en virtud del Tratado”. Para poner en perspectiva, un acre-pie de agua es suficiente para llenar aproximadamente la mitad de una piscina olímpica.
La respuesta desde México no se hizo esperar. La presidenta Claudia Sheinbaum informó que su gobierno envió el miércoles a Estados Unidos una propuesta integral para abordar el envío de agua a Texas dentro de los términos del tratado de 1944, asegurando que esta incluye acciones a muy corto plazo. “Estoy segura que, como en otros temas, se llegará a un acuerdo”, manifestó Sheinbaum a través de la red social X.
El Tratado de 1944 establece que México debe enviar a Estados Unidos 1.75 millones de acres-pie de agua del Río Bravo cada cinco años. Sin embargo, con el ciclo quinquenal actual a punto de finalizar en octubre, México ha entregado menos del 30% del agua requerida, según datos proporcionados por la Comisión Internacional de Límites y Aguas.
México argumenta que una sequía histórica, exacerbada por el cambio climático, ha imposibilitado el cumplimiento de sus compromisos en materia de agua. El tratado contempla escenarios de esta naturaleza, ofreciendo la posibilidad de trasladar la deuda hídrica al siguiente ciclo de cinco años.
A pesar de estos argumentos, Trump se mantiene firme en su postura. “Mi Secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, está defendiendo a los agricultores de Texas, y seguiremos intensificando las consecuencias, incluyendo aranceles y, tal vez, incluso sanciones, hasta que México cumpla con el Tratado y le dé a Texas el agua que se le debe”, sentenció.
Informes de la agencia de noticias Reuters revelaron que funcionarios mexicanos estaban trabajando intensamente en la elaboración de un plan para aumentar el suministro de agua a Estados Unidos, ante la creciente preocupación de que Trump pudiera vincular esta disputa con las negociaciones comerciales.
Elogios a Sheinbaum en medio de la tensión
Sorprendentemente, en medio de esta controversia, Donald Trump también dedicó elogios a su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum. La describió como “una mujer fantástica y muy buena” y señaló que le tiene aprecio a México. “Hemos tenido muchas conversaciones. Es muy elegante”, añadió sobre la mandataria.
Trump también mencionó que tres fábricas de vehículos que estaban en construcción en México han detenido sus obras y se trasladarán a Estados Unidos debido a los aranceles. “Esto no debería haber ocurrido nunca”, lamentó, recordando la pérdida de “90.000 fábricas desde el TLCAN (el Tratado de Libre Comercio de América del Norte)”.
Este episodio se da en un contexto de cierta “tregua” entre ambos países, después de que Trump anunciara inicialmente aranceles punitivos a México y Canadá por temas de inmigración y tráfico de fentanilo, impuestos que luego fueron congelados para los bienes incluidos en el T-MEC, aunque se mantuvieron para el acero y el aluminio mexicanos. Recientemente, México y Canadá quedaron excluidos de la lista de países a los que se aplicarán los llamados “aranceles recíprocos” anunciados por Trump.
Las razones detrás del incumplimiento de México en la entrega de agua pactada incluyen, además de la prolongada sequía alimentada por el cambio climático, factores estructurales como el manejo ineficiente de los recursos hídricos y una política de concesiones que favorece a sectores industriales y agroempresariales.
La resolución de esta disputa hídrica será crucial para mantener la estabilidad en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y México, especialmente en un momento donde otros temas como el comercio y la seguridad fronteriza también son prioritarios en la agenda.