Tampa, EE.UU. – La franquicia de béisbol de Grandes Ligas, los Rays de Tampa Bay, está a punto de cambiar de dueño en una operación que ronda los 1,700 millones de dólares, de acuerdo con fuentes cercanas al proceso. Esta venta, aún pendiente de aprobación por parte de la oficina del comisionado de las Grandes Ligas, marcaría uno de los movimientos financieros más significativos en el béisbol profesional en los últimos años.
El posible traspaso refleja el creciente valor de las franquicias deportivas en Estados Unidos, incluso en mercados considerados pequeños como el de Tampa Bay. Aunque todavía no se ha revelado públicamente la identidad del comprador, el proceso de revisión regulatoria ya estaría en marcha.
Fundados en 1998, los Rays han sorprendido en la última década con un rendimiento competitivo sostenido, destacándose a pesar de operar con uno de los presupuestos más modestos de la MLB. Alcanzaron la Serie Mundial en 2020 y han sido frecuentes protagonistas en la postemporada.
Sin embargo, el equipo ha enfrentado desafíos fuera del terreno de juego, especialmente en lo relacionado con la baja asistencia de fanáticos y la incertidumbre sobre la construcción de un nuevo estadio. La posible venta abre interrogantes sobre el futuro de la franquicia, incluida su permanencia en St. Petersburg o una eventual reubicación a otro mercado.
