Santo Domingo. – Las bandas armadas que operan con creciente impunidad en Haití han tomado el control de Lascahobas, una comunidad situada a menos de 40 minutos del paso fronterizo de El Carrizal, en la provincia dominicana Elías Piña. La incursión violenta ha generado alarma tanto en territorio haitiano como en zonas fronterizas de República Dominicana
Como parte de lo que testigos describen como una “demostración de poder”, los grupos criminales atacaron la sede de la Brigada de Vigilancia de Áreas Protegidas (BSAP), una unidad originalmente concebida para la protección del medioambiente, pero que en los últimos meses ha sido señalada como un brazo paramilitar dentro del país caribeño.
Durante el asalto, los pandilleros se apoderaron de vehículos oficiales y forzaron la retirada de los agentes de la BSAP, quienes huyeron del lugar en condiciones aún no precisadas.
Creciente frustración internacional ante la crisis
En medio del deterioro de la situación en Haití, el presidente Luis Abinader se refirió al tema este martes, expresando que la comunidad internacional muestra claros signos de cansancio frente a la prolongada inestabilidad en el vecino país.
“En realidad hay un hartazgo de la comunidad internacional con Haití”, afirmó el mandatario, tras sostener una reunión con el expresidente Leonel Fernández.
Abinader aseguró que esta percepción ha sido compartida por diversos gobiernos, tanto en espacios multilaterales como en encuentros bilaterales con autoridades dominicanas.
“Cada vez que conversamos con otros países, ya sea en foros multilaterales o de manera bilateral, nos expresan su agotamiento ante la situación haitiana, que lleva años sin avances concretos”, agregó.
Pese a ese escenario, el jefe de Estado advirtió que República Dominicana no puede asumir la misma postura que el resto del mundo.
“Todos los países pueden cansarse de Haití, menos República Dominicana. Nosotros tenemos que insistir y lo seguiremos haciendo”, puntualizó.