La tensión en Medio Oriente alcanzó un nuevo pico este sábado, con Israel anunciando un golpe devastador contra la cúpula militar de Irán. En el marco de la Operación «León Ascendente», las fuerzas israelíes han abatido a más de 20 comandantes iraníes de alto rango, incluidos líderes clave del aparato de inteligencia y misiles del régimen de Teherán. Entre los fallecidos se encuentran figuras prominentes como Mohammad Hossein Bagheri, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas persas, y Hossein Salami, máximo responsable de la Guardia Revolucionaria.
Este ataque sin precedentes se produce un día después de una ofensiva aérea israelí contra instalaciones nucleares y militares en territorio iraní, utilizando aviones de combate y drones introducidos clandestinamente. Israel justificó su acción alegando la necesidad de impedir que su adversario desarrolle un arma nuclear. En respuesta, el régimen de Irán lanzó una nueva ola de misiles balísticos contra Israel, impactando en ciudades como Tel Aviv y Jerusalén, y prometiendo una «respuesta aplastante».
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha advertido que «hay más en camino», mientras que su ministro de Defensa señaló que «Teherán arderá» si Irán continúa sus ataques. Se estima que Irán disparó alrededor de 200 misiles balísticos, dejando al menos tres muertos y más de 50 heridos en Israel. En un incidente, el cónsul de Croacia en Israel y su esposa resultaron levemente heridos en Tel Aviv por los ataques iraníes. Además, un dron israelí abatió a un jefe de policía y un agente en Asadabad, al oeste de Teherán.
Israel ha declarado haber logrado el control del espacio aéreo desde el oeste de Irán hasta la capital, con la Fuerza Aérea desplegando más de 70 aviones de combate en una operación nocturna que atacó 40 sitios estratégicos. El general de brigada Effie Defrin afirmó que «Teherán ya no es inmune».
La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación ante la escalada. El Papa León XIV ha llamado a la «responsabilidad y razón», mientras que el secretario general de la ONU instó a ambas naciones a cesar los ataques, pidiendo «basta de escalada, es hora de parar». La Unión Europea, a través de su alta representante Kaja Kallas, reiteró que «nunca debe permitirse que Irán adquiera un arma nuclear» y enfatizó que la diplomacia debe prevalecer para una solución duradera. Por su parte, el Reino Unido expresó alarma por los nuevos ataques y su ministro de Exteriores, David Lammy, contactó a su homólogo iraní para pedir una desescalada.
El conflicto también ha tenido repercusiones globales, con Francia reforzando la seguridad alrededor de sitios judíos y estadounidenses en su territorio. Un ejemplo del impacto es la situación del delantero iraní Mehdi Taremi del Inter de Milán, quien quedó varado en Teherán debido al cierre del espacio aéreo, impidiéndole unirse a su equipo para el Mundial de Clubes en Los Ángeles.
En el ámbito diplomático, Irán ha manifestado que las conversaciones nucleares con Estados Unidos «ya no tienen sentido» tras los ataques israelíes, poniendo en duda la prevista sexta ronda de diálogos en Omán. Mientras tanto, el Gobierno de Israel expresó su agradecimiento a Paraguay por su «respaldo y solidaridad» en estos momentos, luego de que el país sudamericano manifestara su «firme apoyo» a Israel y su derecho a defender su existencia.