El presidente francés, Emmanuel Macron, defendió este miércoles regular para preservar la integridad de la información y se mostró a favor de obligar a suprimir los ‘bots’ y las cuentas falsas o de lo contrario, prohibir las plataformas que no tomen medidas contra esos agentes de desinformación.
«Queremos la libertad (de expresión), pero no para gente que no existe», subrayó el presidente francés al clausurar una conferencia internacional de alto nivel sobre la integridad de la información y los medios independientes que se celebró en la capital francesa en el marco del Foro de París por la Paz.
Junto a Macron, participaron en este acto el presidente de Ghana John Dramani Mahama; la de Moldavia, Maia Sandu y los primeros ministros de Armenia, Nikol Pashinián, y de Albania, Edi Rama, así como representantes de países como España, Chile o Brasil.
Todas esas naciones figuraron, además, entre los 29 países firmantes de una declaración elaborada en París como conclusión de esta conferencia para reforzar la acción multilateral en defensa de la integridad de la información y de los medios independientes, con compromisos para estrechar la colaboración frente a desafíos globales como las injerencias rusas y la manipulación en general.
El texto también recalca que tener «información fiable» es un «bien público» y que preservarla requiere un apoyo sostenido por parte de los Gobiernos, por lo que animaron al desarrollo de iniciativas como la organización internacional sin ánimo de lucro International Fund for Public Interest Media (Fondo Internacional para los Medios de Comunicación de Interés Público).
Ser más «eficaces» y, sobre todo, «regular» es una necesidad, defendió Macron en la conferencia, porque el espacio informativo enfrenta un proceso doble de «degeneración» y de «injerencia».
El primero ocurre, explicó, porque tanto medios como Gobiernos y sociedades han sido «ingenuos» y no han actuado mientras las estructuras informativas se desplazaban, ya que cada vez hay más gente que se informa a través de las redes sociales.
Y en ellas el objetivo es la monetización de la publicidad, sin necesariamente la «responsabilidad» que sí tienen los medios de ofrecer datos veraces y contrastados.
Por ello siempre van a buscar la viralidad, argumentó, ya que es más fácil buscando la emoción que la argumentación, especialmente con las emociones negativas.
Respecto al segundo problema, Macron afirmó que vivimos una «injerencia con esteroides», en especial desde Rusia, como se ha visto en países como Moldavia o Rumanía.
Sobre el caso moldavo había precisamente hablado Sandu, para explicar cómo en la reciente campaña electoral la propaganda rusa buscó «llenar la cabeza de los ciudadanos diciendo que, si Moldavia votaba para ponerse del lado de Europa, los ciudadanos correrían la misma suerte que Ucrania».
Tenemos, dijo Macron, un sistema «que ha degenerado y que no ha generado sus propios anticuerpos», por lo que puede ser fácilmente «perforado».
Eso hace que tengamos «un formidable cóctel» con lo peor del «capitalismo descontrolado», en referencia a las grandes tecnológicas, y «el heredero ilegítimo del comunismo», en alusión a presidente ruso, Vladímir Putin, explicó el presidente francés.
Macron aseguró que «no es «hostil a la innovación», pero ésta no puede estar «al servicio de luces negras», por lo que abogó por una agenda europea «más potente» de protección de los espacios informativos




 
                                     
 
         
 
         
 
        