López Obrador niega que en México haya un desbordamiento del flujo migratorio, a pesar del endurecimiento de las medidas antiinmigrantes en Estados Unidos y la orden ejecutiva de Joe Biden que restringe las solicitudes de asilo y agiliza las deportaciones. Durante su conferencia de prensa matutina, el presidente afirmó que en los últimos cinco meses no ha habido un aumento significativo en el flujo migratorio.
Aunque reconoció que en diciembre pasado hubo una situación delicada y que aún continúan ingresando indocumentados al país, insistió en que no se han registrado flujos migratorios masivos. Criticó la falta de acciones de Estados Unidos para abordar las causas profundas de la migración y señaló que su gobierno está proponiendo proyectos de infraestructura en el sureste mexicano que podrían generar empleo y contribuir al desarrollo de la región.
Destacó dos proyectos en particular: la extensión del Tren Maya hasta Belice y Guatemala, y la construcción de un tren de Tapachula a Hidalgo en Guatemala. Estos proyectos, afirmó, tendrían un impacto positivo en la reforestación de la selva y el desarrollo sostenible de la región, además de generar alrededor de 150,000 empleos.
Sin embargo, López Obrador enfatizó la importancia de gestionar adecuadamente la migración, protegiendo los derechos humanos de los migrantes y asegurando que no se desborde el fenómeno migratorio. Criticó el enfoque de Estados Unidos en la contención y militarización de las fronteras, instando a destinar más recursos para abordar esta problemática de manera integral.
