Puerto Principe.- El Gobierno de Haití declaró este jueves que «toma nota» del decreto emitido por la Administración del presidente estadounidense Donald Trump, el cual impone una prohibición total de entrada a ciudadanos de 12 países, incluyendo a Haití. La medida, que entrará en vigor el próximo lunes, ha sido justificada por razones de seguridad nacional.
En un comunicado difundido a través de su página oficial de Facebook, el Ministerio de Asuntos Exteriores haitiano expresó su preocupación por las consecuencias que esta decisión podría tener para las familias haitianas, tanto dentro como fuera del país. La Cancillería destacó que esta nueva restricción coincide con un momento crítico, en el que el Gobierno haitiano, con apoyo internacional, lucha por contener la creciente inseguridad y reforzar el control de sus fronteras.
El Ministerio reafirmó el compromiso de Haití de trabajar en la búsqueda de «soluciones rápidas» a la situación actual y reiteró su voluntad de continuar el diálogo y la cooperación con el Gobierno de Estados Unidos en materia de seguridad y migración. Esta postura está alineada con los principios de la Declaración de Los Ángeles sobre migración regular, segura y ordenada, adoptada en la IX Cumbre de las Américas en junio de 2022.
La proclamación firmada por Trump afecta a ciudadanos de Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, prohibiendo completamente su ingreso a territorio estadounidense. También impone restricciones parciales a nacionales de Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
No obstante, la medida contempla excepciones específicas para residentes permanentes legales, titulares de visados emitidos antes de la entrada en vigor del decreto, diplomáticos, representantes de organizaciones internacionales y casos humanitarios, incluyendo a niños haitianos adoptados por ciudadanos estadounidenses.
En el comunicado, la Cancillería haitiana también llamó la atención sobre la amenaza que representan las bandas armadas, recientemente clasificadas como grupos terroristas, para las relaciones internacionales del país. Estas organizaciones han extendido su control sobre gran parte de Puerto Príncipe y otras regiones, sumiendo al país en una ola de violencia sin precedentes.
Según datos de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (Binuh), solo en el primer trimestre de este año, más de 1.600 personas perdieron la vida y al menos 580 resultaron heridas en actos violentos vinculados a bandas armadas, grupos de autodefensa y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
El Gobierno haitiano insiste en su disposición a cooperar internacionalmente para abordar esta crisis, mientras enfrenta crecientes desafíos internos que agravan aún más la vulnerabilidad de su población.