El papa ha llegado a Papúa Nueva Guinea con la misión de «sacar del anonimato» a los más marginados del mundo. Este viaje busca visibilizar las difíciles condiciones de vida que enfrentan las comunidades más desfavorecidas en este remoto rincón del planeta. En su visita, el pontífice tiene programadas diversas actividades enfocadas en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas y el respeto a su cultura y tradiciones.
Durante su llegada, el papa subrayó la importancia de prestar atención a aquellos que suelen quedar invisibles en la sociedad global, reafirmando su compromiso de abogar por la dignidad y la justicia para los más necesitados. Su visita también incluirá encuentros con líderes locales y representantes de distintas organizaciones que trabajan para mejorar las condiciones de vida en la región.
Este viaje papal resalta la constante preocupación del líder de la Iglesia católica por los «últimos de la tierra», como él mismo los ha llamado, y busca motivar a la comunidad internacional a involucrarse en la mejora de sus condiciones de vida.