El presidente de Argentina, Javier Milei, reveló en una entrevista con The Free Journal su profundo odio hacia el Estado y su papel como «el topo» dentro de él, dispuesto a soportar ataques y difamaciones con tal de destruirlo desde adentro. Milei expresó su determinación en la lucha contra lo que considera una «batalla cultural» dominada por décadas por el socialismo, afirmando que los libertarios están recuperando terreno. Destacó que su gobierno está trabajando para revertir cien años de historia liderada por el «justicialismo» y el «peronismo», que, en su opinión, llevaron al país al borde del colapso. Criticó la noción de «justicia social», argumentando que penaliza el esfuerzo individual y expulsa el talento. Milei se definió a sí mismo como anarcocapitalista, considerando al Estado como una «organización criminal» que ejerce violencia institucionalizada a través de los impuestos, que él ve como una forma de esclavitud.