El Parlamento de Perú aprobó una ley de cine que busca impulsar las actividades cinematográficas en el país mediante incentivos económicos. Sin embargo, esta medida ha sido objeto de críticas por parte de colectivos de cineastas y comunicadores, quienes temen que pueda conducir a la censura de la libre expresión y la eliminación de estímulos previamente establecidos.

La norma fue aprobada por el pleno del Congreso con 84 votos a favor y fue exonerada de una segunda votación, quedando lista para su promulgación por el Ejecutivo. Los últimos cambios en la ley fueron propuestos por el presidente del Legislativo, Alejandro Soto, del partido Alianza para el Progreso, y contaron con el respaldo de las comisiones de Economía y de Cultura y Patrimonio.

Sin embargo, más de 70 asociaciones y colectivos, junto con 700 trabajadores independientes del cine peruano, expresaron su indignación y rechazo hacia el dictamen. Criticaron el accionar del Ministerio de Cultura, asegurando que entregó a la Comisión de Economía del Congreso un documento contrario a los intereses y recomendaciones del sector, que habían sido expresados en una reunión previa.

Esta situación ha generado un intenso debate en el país sobre el equilibrio entre el impulso a la industria cinematográfica y la protección de la libertad de expresión y la creatividad artística.

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