Santiago de Chile.- La emblemática obra «Veinte poemas de amor y una canción desesperada» del destacado escritor, político chileno y Premio Nobel de Literatura Pablo Neruda celebra un siglo desde su publicación. Este poemario, cargado de amor romántico y controversia, sigue siendo un referente literario.
“Cuando Neruda escribe los 20 poemas, aborda el tema del amor frustrado con una visión trágica de la vida, característica de los años 20”, comentó Soledad Falabella, académica de la Universidad de Chile, en La Chascona, la casa del poeta en la capital chilena.
Publicada en 1924, esta obra catapultó a Neruda, entonces un joven poeta de 19 años, a la fama. El amor, el erotismo y la frustración expresados en sus páginas han dejado una huella profunda en generaciones pasadas y presentes, siendo objeto de estudio en importantes instituciones académicas y centros de investigación literaria. “Neruda tiene un valor histórico significativo, siendo un patrimonio no solo de Chile, sino de la humanidad”, destacó Falabella, al referirse a la vasta carrera literaria del poeta, que incluye 45 libros, numerosas recopilaciones y antologías, traducidas a más de 35 idiomas.
“Neruda se instala en el lenguaje amoroso y erótico sin las restricciones del catolicismo imperante, sin la censura erótica impuesta como pueblo. En Chile, la poesía erótica es escasa, y él parece cantar al cuerpo de la mujer de manera carnal”, añadió.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente
La controversia feminista en torno al Premio Nobel se inició con el verso inicial del poema quince de su obra centenaria: «Me gustas cuando callas porque estás como ausente». Actualmente, en marchas como el 8M, las mujeres transforman este polémico verso en lemas feministas como ‘Neruda cállate tú’ o ‘Me gustas cuando hablas porque estás como presente’. Sobre esto, Oyarzún opina que el poeta habría respondido: “Dejen hablar a las chiquillas”.
Este verso, junto con la confesión de una violación por parte de Neruda a una mujer «de raza tamil, de la casta de los parias» en Ceilán (ahora Sri Lanka), planteó a Falabella la pregunta: «¿Hasta qué punto pedimos una rendición de cuentas a alguien que ya está muerto y que es producto de su época?».
La revelación en su autobiografía «Confieso que he vivido» fue descrita por Falabella como un reto: «Relatado con malestar y de manera inquietante, Neruda confiesa que violó a una mujer en Sri Lanka, lo que representa un doble desafío al tener que leer, desarmar y criticar esta postura».
Falabella también reconoce el “desafío de discernir la relación entre obra y autor”, una opinión compartida por Kemy Oyarzún, directora de la Fundación Pablo Neruda, quien asegura que “no es lo mismo la persona que el poeta” y que es necesario “buscar una articulación al leer, porque no puede ignorarse al poeta real que se sitúa en la historia”.
Aun así, Oyarzún, feminista que conoció a Neruda, reflexionó con dureza sobre este suceso, calificándolo de «imperdonable»: “Imagínate, convierte a la mujer de objeto a objeto de violencia. Mira lo que ha costado en Chile denunciar la violencia”.
“En los años 70, todo el país dejó de lado el feminismo por la inminencia de la dictadura y solo después nos empoderamos como sujetas de la historia”, comentó Oyarzún, al asegurar que ni los lectores actuales, ni el poeta, ni la recepción son los mismos que los de entonces.
Neruda falleció en 1973 a los 69 años, y su muerte ha sido objeto de controversia, debatiéndose si fue a causa de un cáncer de próstata o si fue asesinado por la incipiente dictadura de Augusto Pinochet (1973-1989), doce días después del golpe de Estado contra el Gobierno democrático de Salvador Allende, como sugiere un estudio internacional publicado en 2023.
Legado nerudiano
Fernando Sáez, director ejecutivo de la Fundación Pablo Neruda, expresó a EFE desde el patio interior de La Chascona que trabajar tan cerca del legado del literato es “impresionante, porque la belleza de la obra de Neruda radica en todas las temáticas que aborda, y todas son verdad, desde la existencia hasta la residencia en la Tierra”.
Sáez adelantó que uno de los proyectos para conmemorar el centenario será un taller para jóvenes poetas, además de la continua publicación de la obra popular destinada a colegios, para llegar a un nuevo público.
