Problemas que no pueden seguir postergándose
La Romana está en un punto crítico. Los ciudadanos ya no esperan soluciones lentas: reclaman respuestas inmediatas. Frente a una administración municipal llamada a servir, los problemas acumulados muestran la urgencia de una gestión efectiva, transparente y comprometida con el bienestar colectivo.
- Infraestructura urbana deteriorada y drenajes colapsados
Las quejas de los munícipes se suceden con razón: imbornales tapados, calles intransitables, filtrantes sin mantenimiento, y colectores pluviales olvidados. Los sectores más afectados —Quisqueya, El Hoyo, Villa Verde, San Carlos, entre otros— se enfrentan a inundaciones ante lluvias moderadas, daño al pavimento, problemas de salud pública y un estado general de abandono. - Deficiencias en servicios públicos esenciales
La limpieza urbana, gestión de residuos y mantenimiento de espacios públicos han sido objeto de constantes denuncias; el Mercado Municipal, en particular, aparece en condiciones deplorables: basura acumulada, calles sucias, deterioro estructural, falta de higiene, abandono. En el distrito de Cumayasa también se denuncia falta de agua potable, instalaciones deportivas en mal estado, calles sin pavimentar. - Problemas de gestión, transparencia y denuncia de irregularidades
Se han conocido acusaciones de corrupción, contratos supuestamente mal manejados, pagos irregulares, contratos de brigadas inexistentes, y violaciones en procesos de licitación. Estas denuncias erosionan la confianza pública y ponen en cuestión la eficacia de las instituciones de control. - Desorden urbano y ocupación de espacios públicos
El uso indebido de aceras, venta ambulante desregulada, vehículos abandonados, ocupaciones ilegales de espacios públicos que obstaculizan la movilidad peatonal y vehicular, son quejas cotidianas. Las intervenciones municipales para recuperar estos espacios se enfrentan además a resistencias e incluso amenazas. - Seguridad ciudadana en ciertas localidades
En Villa Hermosa, por ejemplo, se denuncian situaciones graves relacionadas con bandas criminales y con la percepción de inacción o complicidad de autoridades policiales.
Lo que sí se ha avanzado — aunque aún no sea suficiente
- Participación ciudadana: Se ha dado inicio al Presupuesto Participativo Municipal 2025, con asambleas comunitarias en varios sectores para identificar necesidades locales como iluminación, mantenimiento de parques y arreglo de imbornales.
- Titulación de terrenos: El gobierno central, en coordinación con autoridades locales, ha entregado títulos de propiedad a más de 10,000 personas en barrios como George y San Carlos, lo cual fortalece la seguridad jurídica y la inclusión social.
- Operativos de limpieza y recuperación de espacios públicos: Brigadas municipales han realizado jornadas de limpieza en diferentes sectores; hay esfuerzos de recuperación de espacios públicos como aceras, avenidas obstruidas, vehículos abandonados. Aunque insuficientes, estas acciones muestran voluntad de mejorar la ciudad.
Reflexión: de lo anunciado a lo realizado
Las autoridades municipales tienen hoy ante sí una doble responsabilidad:
- Cumplir compromisos de gestión con la misma urgencia que con que se anuncian. Los ciudadanos están cansados de promesas que se repiten cada periodo sin materializarse.
- Mejorar la transparencia y la rendición de cuentas, para restaurar la confianza que las denuncias recientes han dañado.
- Planificación urbana seria que contemple drenaje, espacios públicos, movilidad, servicios básicos, para evitar improvisaciones que solo resultan costosas, tanto en dinero como en calidad de vida.
- Colaboración interinstitucional, pues muchas de las obras urgentes requieren coordinación con entidades provinciales, nacionales o especializadas.
- Gestión eficiente de los recursos, evitando duplicaciones, abusos de poder o contratos cuestionables. Las licitaciones, las compras, los pagos, los servicios externos o internos, todo ello debe manejarse con criterios técnicos claros, participación ciudadana y vigilancia social.
¿Qué debe hacer la municipalidad ya?
- Priorizar el despeje y limpieza de drenajes pluviales antes de la temporada de lluvias; intervenir calles en mal estado que causan inundaciones recurrentes.
- Hacer operativos regulares de limpieza en mercados, calles principales y barrios.
- Abrir canales reales y accesibles para denunciar abuso, irregularidades; avanzar las investigaciones de denuncias de contrataciones y pagos fantasmas.
- Acelerar el uso del terreno donado para el cementerio (evitando que familias vivan situaciones indignas ante la falta de espacio). (eltiempo)
- Mejorar alumbrado, señalización, mantenimiento vial, aceras, espacios públicos, para minimizar riesgos de seguridad y mejorar calidad de vida.
La Romana está en una encrucijada. Podría seguir siendo objeto de promesas, de gestos simbólicos, que aunque bienvenidos no resuelven los dolores reales: calles en mal estado, inundaciones, inseguridad, abandono. Pero también tiene la chance de dar un vuelco. Con liderazgo serio, transparencia, participación ciudadana y compromiso real, la municipalidad puede transformarse en un agente de cambio verdadero para sus ciudadanos.
Los romanenses ya no pueden esperar. Es hora de exigir resultados, no solo discursos. Y la historia juzgará no lo que se prometió, sino lo que se hizo.