Los Ángeles, que tomará el relevo de París en 2024, se prepara para los Juegos Olímpicos de 2028 con una ambiciosa meta: convertir la ciudad en un entorno prácticamente libre de automóviles. La alcaldesa Karen Bass ha prometido enfrentar el reto de reducir la dependencia de vehículos en una metrópoli conocida por su tráfico congestionado y su gran población.
El Desafío del Transporte en una Ciudad de 3,8 Millones
Con más de 3,8 millones de residentes y un sistema de transporte público en desarrollo, Los Ángeles enfrenta el desafío de transformar su cultura de automóviles hacia alternativas como el transporte público y la bicicleta. Ian Lowell, analista de tránsito, y Jacob Wasserman, director del Programa de Investigación del Instituto de Estudios del Transporte de la Universidad de California, señalan que el cambio será complicado, dado que la ciudad ha sido históricamente dependiente del automóvil.
Reforzamiento del Transporte Público
La ciudad está trabajando en mejorar su sistema de transporte público, que incluye la expansión del sistema ferroviario y de metro. La línea D de metro, por ejemplo, está proyectada para conectar áreas clave de la ciudad con la Villa Olímpica de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Este esfuerzo es parte de una estrategia más amplia para ofrecer alternativas al uso del automóvil durante los eventos olímpicos.
Lecciones del Pasado
El precedente de los Juegos Olímpicos de 1984, cuando Los Ángeles implementó rápidamente un sistema de autobuses para manejar la afluencia de visitantes, ofrece una perspectiva histórica. Aunque la ciudad ha avanzado en términos de infraestructura de transporte desde entonces, aún queda mucho por hacer para conectar eficazmente las diversas sedes de los Juegos.
La Promesa de Bass y el Futuro del Transporte
La promesa de Karen Bass de replicar el éxito del antiguo alcalde Tom Bradley y lograr una ciudad sin automóviles plantea un reto significativo. La extensión del transporte público y la reelección de Bass serán cruciales para cumplir con esta ambiciosa meta y asegurar que Los Ángeles pueda ofrecer una experiencia olímpica eficiente y sostenible.