Quito.- Miles de personas tomaron las calles de Quito este sábado en la marcha del Orgullo LGBTI, tiñendo la capital de Ecuador con banderas arcoíris para denunciar la patologización del colectivo en el país y afirmar que no hay nada que curar.
La marcha, que se movilizó desde el centro norte de la ciudad hasta el parque Bicentenario bajo el lema «Nada que curar», fue encabezada por carrozas, batucadas y música, acompañando a los manifestantes que portaban banderas y carteles con consignas reivindicativas.
Entre los mensajes de los carteles destacaron: «Ser LGBTIQ+ no es una enfermedad, no es una elección. Tu odio sí», «Sin justicia no hay Orgullo» y «La identidad es tu derecho».
Danilo Manzano, cofundador de la organización Diálogo Diverso que convocó la marcha, expresó su preocupación por la persistencia de centros que ofrecen terapias de conversión para personas LGBTIQ+ en Ecuador. En una entrevista con EFE, Manzano cuestionó la inacción del Estado ante esta problemática en pleno siglo XXI.
A pesar de que Ecuador despenalizó la homosexualidad en 1997 y aprobó el matrimonio igualitario en 2019, Manzano señaló que aún persisten las violaciones correctivas y otras formas de violencia hacia jóvenes del colectivo, especialmente mujeres lesbianas y bisexuales.
«Las personas LGBTIQ+ jamás hemos sido enfermas», concluyó Manzano en su declaración.
En este contexto, llamó a las instituciones a comprometerse en la erradicación de estas prácticas ilegales. “Las personas LGBTIQ+ nunca hemos sido enfermas”, afirmó Manzano, añadiendo que la homofobia constituye una violación de derechos.
A pesar de los avances legislativos recientes, el cofundador de Diálogo Diverso destacó que estos derechos no siempre se implementan completamente, especialmente en las zonas rurales donde existen importantes disparidades en comparación con las ciudades.
Manzano señaló que en las áreas rurales el acceso a la información es más difícil y la capacitación de los funcionarios públicos es limitada.
Además, destacó que las marchas del Orgullo sirven para demostrar la presencia del colectivo, reivindicar sus derechos y mostrar disposición para colaborar con el Gobierno central y administraciones locales en la eliminación de la discriminación por orientación sexual o identidad de género.
Por otro lado, el colectivo de personas transexuales tuvo una fuerte presencia en la marcha, con Malony Chávez, presidenta de la asociación Furia Trans, enfatizando que las mujeres trans son mujeres y rechazando los discursos transfóbicos que persisten a nivel global.
Chávez hizo un llamado a nivel internacional para luchar contra la patologización de sus vidas, tanto en Ecuador como en países vecinos como Perú, donde recientemente se ha catalogado la transexualidad como enfermedad mental.
Además, exigió al Estado la legalización del trabajo sexual para garantizar derechos laborales para las personas trans, quienes a menudo encuentran en esta actividad su única opción económica debido a la discriminación en otros sectores.
Para Chávez, la lucha por los derechos y la celebración de la diversidad no se limita a un día, sino que es una realidad diaria.
