Pasadas las recientes elecciones presidenciales y congresuales, la política dominicana se divide en dos escenarios contrastantes: uno donde el oficialismo celebra una mayoría aplastante en el Congreso Nacional y otro donde la oposición se enfrenta a una minoría legislativa que complicará su labor parlamentaria.
Con los resultados preliminares a la vista, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) se perfila como el gran ganador, asegurando una sólida presencia en ambas cámaras del Congreso. En el Senado, el PRM y sus aliados alcanzarán una matrícula de 29 senadores, mientras que la oposición estará representada únicamente por tres legisladores de la Fuerza del Pueblo.
La situación en la Cámara de Diputados también refleja el dominio del PRM, que proyecta ocupar alrededor de 144 de los 190 escaños disponibles, según reveló este martes Alfredo Pacheco, presidente de la Cámara de Diputados. Esta contundente mayoría permitirá al oficialismo avanzar con su agenda legislativa sin mayores obstáculos, dejando a la oposición en una posición complicada para influir en el proceso parlamentario.
El resultado de estos comicios marca un significativo reordenamiento del poder político en el país, consolidando al PRM como la fuerza dominante en el Congreso Nacional y planteando desafíos importantes para la representación y actuación de los partidos opositores.