El presidente ruso, Vladímir Putin, encabezó este miércoles desde el Kremlin una serie de maniobras militares que involucraron a las fuerzas nucleares por tierra, mar y aire, apenas horas después de que se anunciara el aplazamiento de la cumbre prevista en Budapest con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
“Hoy tenemos ejercicios rutinarios, insisto, rutinarios, sobre el empleo de las fuerzas nucleares”, afirmó Putin en un video difundido por el canal de Telegram del Kremlin.
El mandatario dio inicio a los ejercicios en videoconferencia con el ministro de Defensa, Andréi Beloúsov, y el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov. Según este último, las maniobras —las primeras en dos años— buscan ensayar el procedimiento de autorización para el uso de armas nucleares.
Durante las pruebas, las fuerzas rusas lanzaron un misil balístico intercontinental Yars, con un alcance de hasta 12,000 kilómetros, desde el cosmódromo de Plesetsk hacia el polígono de Kura, en la península de Kamchatka.
También participó el submarino nuclear “Briansk”, que disparó un misil balístico Sineva desde el mar de Barents, junto a bombarderos estratégicos Tu-95C, que lanzaron misiles de crucero. “Todos los objetivos de las maniobras fueron cumplidos”, informó el Kremlin.
Putin, quien suspendió a inicios de 2025 la aplicación del tratado START III, último acuerdo de desarme nuclear vigente entre Rusia y Estados Unidos, propuso extenderlo por un año más antes de su expiración en febrero próximo.
Aunque Trump calificó la propuesta de “una buena idea”, las negociaciones para su prolongación aún no han comenzado. La cumbre entre ambos líderes, prevista para dentro de dos semanas, fue pospuesta tras la negativa de Moscú a aceptar un cese de los combates sugerido por Washington.