Santo Domingo.– La crisis energética y la salida de operación de la Central Termoeléctrica Punta Catalina (CTPC) acapararon la atención en el encuentro semanal del presidente Luis Abinader con la prensa.
El mandatario, junto al administrador de la planta, Celso Marranzini, explicó que la avería se debió al masivo arribo de sargazo, lo que afectó el sistema de enfriamiento de la Unidad 1. Marranzini aseguró que la central volvería a operar en las horas de mayor consumo y que se buscan soluciones a largo plazo para evitar nuevos incidentes.
Abinader reconoció el malestar por los apagones, pero defendió su gestión señalando que la demanda eléctrica ha crecido de manera acelerada: “Cuando llegamos en 2022 el punto más alto era de 2,800 megavatios; ahora estamos en 4,000”.
La salida de Punta Catalina se suma a fallas recientes en otras plantas, lo que ha generado cortes de energía en distintas regiones del país. Aunque la empresa sostuvo que no hubo déficit en el sistema, el incidente reavivó el debate sobre la vulnerabilidad de la infraestructura eléctrica ante fenómenos naturales como el sargazo y el impacto del cambio climático.
El gobierno anunció la incorporación de 600 nuevos megavatios, ya licitados, que se sumarán en los próximos meses con un costo de generación más bajo que el de Punta Catalina. “Estamos hablando de 10 centavos por kilovatio frente a los 12 centavos de Punta Catalina”, precisó Marranzini.
Mientras el gobierno insiste en que trabaja en fortalecer el sistema, la oposición del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) responsabilizó al Partido Revolucionario Moderno (PRM) del regreso de los apagones, acusándolo de ineficiencia y falta de planificación.
