El director de la Policía Nacional, mayor general Ramón Antonio Guzmán Peralta, ordenó la vigilancia continua en el entorno de la Vía Sacra, patrimonio histórico y religioso de Higüey, luego de la profanación registrada la pasada semana, hecho que generó indignación y llamados de protección desde diversos sectores.
La medida responde, además, a la petición expresada por el obispo de la diócesis, monseñor Jesús Castro Marte, y al reclamo planteado en el editorial de Listín Diario el pasado sábado, que cuestionó la falta de seguridad en la zona.
El alto oficial ya había instruido la identificación y localización de la responsable de los daños, una mujer de nacionalidad haitiana, quien ocasionó destrozos a tres de las 14 estelas que forman parte del trayecto entre la Basílica Nuestra Señora de la Altagracia y la iglesia San Dionicio.
La acción vandálica fue condenada por el Ministerio de Turismo, el Ayuntamiento de Higüey, entidades comunitarias como el Consejo del Pensamiento Altagraciano (CEPAL), Unidos por Higüey, así como por líderes religiosos, legisladores y representantes de distintos sectores.
Monseñor Castro Marte, además de agradecer la rápida respuesta policial y la solidaridad ciudadana, instó a las autoridades a cumplir la promesa de crear un centro para la atención de personas con problemas de salud mental. Asimismo, anunció que el Grupo SID se hizo cargo de reparar los daños ocasionados a las estelas.
En su editorial, Listín Diario recordó que la Vía Sacra había sido inaugurada hace apenas un año por el presidente Luis Abinader y el ministro de Turismo, David Collado, y demandó que se establezca una vigilancia militar permanente para garantizar la seguridad del monumento y su entorno.
Las reacciones no se hicieron esperar: autoridades locales, dirigentes comunitarios y representantes de entidades sociales respaldaron la medida de la Policía Nacional, resaltando la necesidad de proteger este importante espacio de devoción y cultura.