Anchorage, Alaska. — En un encuentro cargado de simbolismo político, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, se dieron este viernes un apretón de manos sobre la alfombra roja de la base militar Elmendorf-Richardson, en Anchorage. La reunión marca la primera visita de un mandatario ruso a territorio estadounidense en varios años, en medio de la tensión por la guerra en Ucrania y el debate sobre el futuro orden mundial.
El encuentro inició con una conversación privada entre ambos líderes, asistidos por intérpretes, antes de dar paso a una reunión ampliada con sus principales asesores. Una gran pancarta con el lema “Persiguiendo la paz” presidía la sala, reflejando el tono diplomático que se buscaba imprimir a una jornada que, según fuentes oficiales, podría extenderse más de seis horas.
Formato reducido y foco en Ucrania
La cumbre se desarrolló bajo un esquema “tres por tres”. Por parte de Rusia participaron Putin, el ministro de Exteriores Serguéi Lavrov y el asesor presidencial Yuri Ushakov. La delegación estadounidense estuvo encabezada por Trump, acompañado del secretario de Estado, Marco Rubio, y el enviado especial Steve Witkoff.
Según el Kremlin, el objetivo central era explorar vías para una solución duradera al conflicto en Ucrania. Moscú considera la cita como una oportunidad para “reiniciar” las relaciones bilaterales, mientras en Kiev y Bruselas crecen las inquietudes de que Washington pueda hacer concesiones a Rusia sin consultar a sus aliados.
Reacciones de Ucrania y la Unión Europea
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, calificó la reunión como una “victoria personal” para Putin, argumentando que el líder ruso ha roto su aislamiento internacional al ser recibido oficialmente en Estados Unidos. Además, advirtió que el encuentro podría debilitar las sanciones contra Moscú y reducir el papel de Ucrania en futuras negociaciones de paz.
Desde Bruselas, la alta representante para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, subrayó que cualquier acuerdo entre Washington y Moscú “debe incluir a Ucrania”. Según el medio Axios, diplomáticos europeos expresaron en privado su preocupación de que Trump acepte propuestas rusas sin previa coordinación con sus socios occidentales.
Sin acuerdos concretos
Tras casi tres horas de reunión, ambos mandatarios ofrecieron una breve rueda de prensa sin preguntas. Trump evitó anunciar avances formales sobre un alto al fuego o un plan de paz.
—“No hay acuerdo hasta que haya un acuerdo”— afirmó el presidente estadounidense, calificando el encuentro como “extremadamente productivo” y asegurando que se alcanzaron “muchos puntos en común”, aunque persisten diferencias en “algunos temas clave”.
Putin, por su parte, no hizo declaraciones sustantivas, limitándose a destacar el carácter “constructivo” del diálogo y a confirmar que las delegaciones continuarán las conversaciones en las próximas semanas.
A pesar de la falta de resultados inmediatos, la reunión en Alaska ha generado intensos debates en la comunidad internacional, especialmente sobre el papel que Estados Unidos asumirá en el conflicto ucraniano y la posibilidad de un nuevo equilibrio en las relaciones con Rusia.