En medio de la creciente escalada de violencia que ha sumido a Ecuador en una crisis sin precedentes, patrullas militares y policiales llevaron a cabo revisones ciudadanas en el centro de la capital y otras zonas del país como parte de las medidas de emergencia implementadas. Estas acciones buscan contener la violencia desatada tras la misteriosa desaparición y posterior fuga de líderes criminales, generando un ambiente de temor en la población.
El presidente Daniel Noboa, quien asumió el cargo recientemente, enfrenta la difícil tarea de financiar las operaciones de seguridad, considerando medidas impopulares como el incremento de impuestos. Esta propuesta ha generado polémica, ya que algunos argumentan que podría tener repercusiones negativas en la economía del país.
Las revisiones ciudadanas, realizadas por militares y policías portando armas largas, se focalizaron en áreas de transporte público en Quito, especialmente después de una alerta de bomba en días previos. La población se muestra cautelosa pero en general favorable a las medidas de seguridad implementadas.
La situación se complicó aún más con la desaparición del líder del grupo criminal Los Choneros y la fuga de otro líder criminal, lo que llevó al presidente Noboa a declarar un estado de emergencia y un conflicto armado interno contra diversas organizaciones criminales.
En un intento por sostener financieramente el conflicto, el gobierno propuso una ley económica de emergencia que incluye un aumento del 12% al 15% en el impuesto al valor agregado. Este movimiento ha generado críticas, ya que algunos expertos advierten que podría afectar negativamente el crecimiento económico y los niveles de consumo.
La violencia persiste, destacando incidentes como la irrupción armada en un canal de televisión en Guayaquil y la retención de funcionarios en varias prisiones. A pesar de los esfuerzos de las fuerzas de seguridad, la situación carcelaria sigue siendo un foco importante de violencia.
La comunidad internacional, a través de la ONU y la OEA, ha expresado su preocupación y llamado a la proporcionalidad en las medidas de seguridad, mientras respalda los esfuerzos del gobierno ecuatoriano para restaurar el orden y proteger los derechos humanos.
Ecuador se encuentra en un momento crítico, donde la seguridad pública y la estabilidad económica están en juego, y la población espera con ansias una solución efectiva por parte de las autoridades.