domingo, agosto 24, 2025
More
    spot_imgspot_img

    TOP 5 DE LA SEMANA

    spot_imgspot_imgspot_img

    Publicaciones relacionadas

    ¿Qué ha pasado con la muerte de Ismael Ureña Pérez?

    Advertisements
    Ad 9

    Santo Domingo.- Han pasado ocho meses desde que Ismael Ureña Pérez, un joven prospecto de béisbol de apenas 14 años, murió tras haber sido inyectado con una sustancia destinada a caballos de carrera. El caso, que estremeció al sector deportivo y a la opinión pública, sigue sin respuesta clara por parte de las autoridades dominicanas.El adolescente, que soñaba con llegar a las Grandes Ligas, comenzó a presentar síntomas alarmantes al regresar a casa desde una pensión donde se entrenaba en San Luis, Santo Domingo Este. Según relataron su madre y hermana, Ismael orinaba en color rojo y mostraba una coloración amarillenta en su piel. Los análisis médicos revelaron que había sido expuesto a “bodedone”, conocido como caballín, un esteroide de uso veterinario prohibido por la Major League Baseball (MLB).

    Advertisements
    Ad 9

    Antes de morir, Ismael también denunció maltratos físicos por parte de su entrenador. “Mami, me están maltratando”, le dijo a su madre. Pero ese grito no fue escuchado a tiempo. La mezcla de presión por destacar, ambición económica y falta de control institucional terminó costándole la vida.

    El caso dejó en evidencia la existencia de una industria paralela donde sustancias prohibidas como caballín, Winstrol, Deca-Durabolín y Testogan se comercializan sin regulación, pese a que deben venderse bajo receta médica. Investigaciones de Bajo el Foco han comprobado que estos esteroides se consiguen con facilidad en farmacias y tiendas especializadas, sin supervisión de las autoridades sanitarias o deportivas.

    Según datos de la Dirección General de Aduanas, entre 2010 y 2018 se importaron casi 9 millones de dólares en hormonas esteroides. En 2023, el impacto económico de esta industria superó los 400 millones de dólares.

    La Dirección General de Medicamentos (Digemaps) ha declarado que los esteroides veterinarios no están bajo su competencia, y el Ministerio de Agricultura, responsable de regular productos para animales, tampoco ha emitido información sobre el caso de Ismael ni sobre la fiscalización de estas sustancias en ambientes deportivos.

    Advertisements
    Ad 9

    El Comisionado Nacional de Béisbol, Junior Noboa, anunció que se trabaja en el registro de todas las academias del país y en la implementación de pruebas aleatorias para detectar sustancias prohibidas. No obstante, a la fecha no se ha informado si la academia donde entrenaba Ismael ha sido sancionada, cerrada o siquiera investigada.

    “El Estado ha permitido que esta industria crezca sin regulación, sin consecuencias. Y lo que está detrás de esto es dinero”, advirtió el cronista deportivo Nathanael Pérez Neró, quien ha dado seguimiento al tema.

    La familia de Ismael no ha recibido ninguna explicación oficial. No se ha anunciado investigación penal contra el entrenador, los responsables del centro donde entrenaba o quienes distribuyeron la sustancia. La impunidad sigue siendo la norma.

    El silencio institucional y la falta de acciones concretas alimentan una cultura de ilegalidad y desprotección, donde miles de jóvenes ven sus vidas comprometidas por la desesperación de alcanzar una firma millonaria que solo llega a unos pocos.

    Mientras tanto, la imagen de Ismael Ureña, un niño con talento y sueños, queda como símbolo de una tragedia evitable, y de un sistema que, hasta ahora, sigue fallando.

    Advertisements
    Ad 9

    ARTICULOS POPULARES