El envío de remesas desde Estados Unidos podría experimentar un giro sin precedentes tras el anuncio del expresidente Donald Trump sobre una drástica reducción de impuestos y comisiones asociadas. De aprobarse la propuesta, la carga impositiva bajaría del actual 5% a solo un 1%, lo que representa un alivio económico considerable para millones de inmigrantes que envían dinero a sus familias en el extranjero.
La medida, revelada el pasado 4 de julio —fecha emblemática en la historia estadounidense—, fue celebrada por amplios sectores de la comunidad latina, especialmente en estados como California, Texas y Florida. “Esto es algo que venimos esperando hace años”, expresó Mariela López, líder comunitaria en Miami, destacando el impacto directo que tendrá en hogares de bajos ingresos.
Durante la conferencia de prensa, Trump argumentó que esta acción simboliza el espíritu de independencia y autodeterminación financiera: “No hay mejor forma de celebrar nuestra libertad que reduciendo impuestos a quienes trabajan duro y ayudan a sus seres queridos”.
Analistas interpretan esta iniciativa como parte de una estrategia para consolidar el apoyo del voto latino de cara a las elecciones presidenciales de 2026. No obstante, sectores progresistas han manifestado preocupación por la falta de mecanismos de control que garanticen la transparencia en las transferencias transfronterizas.
La propuesta, que debe ser ratificada por el Congreso, entraría en vigor de forma inmediata una vez obtenida la aprobación formal. De concretarse, podría marcar un hito en la política fiscal estadounidense con efectos significativos en las economías de América Latina.