Una pandilla armada en Cité Soleil, uno de los suburbios más empobrecidos y violentos de Puerto Príncipe, Haití, ha asesinado a más de 120 personas, en su mayoría mayores de 60 años, tras acusaciones de brujería.
Según informó la organización de derechos humanos CDP-Haití, los asesinatos ocurrieron entre el 5 y el 7 de diciembre en el sector costero de Warf Jeremie, bajo el control de la banda armada Viv Ansamm, liderada por Mikanor Altes, conocido como “Wa Mikano” o Monel Felix.
La violencia se desató cuando «Wa Mikano», tras consultar a un sacerdote vudú sobre la enfermedad de su hijo, fue convencido de que los ancianos habían lanzado un maleficio. La ira del líder culminó en una masacre que ha sembrado el pánico en la comunidad. La situación se agravó el domingo con el fallecimiento del niño, según el último comunicado de la ONG.
Haití: una crisis que se intensifica
Este trágico episodio es solo una parte de la creciente ola de violencia que asola al país. Durante el fin de semana, al menos 187 personas murieron en acciones criminales lideradas por poderosas bandas que operan en Puerto Príncipe, reveló el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, durante una conferencia en Ginebra.
Türk destacó que, en lo que va del año, al menos 5.000 personas han perdido la vida en Haití como consecuencia del caos y la violencia que reinan en el país. «Debemos detener el flujo de armas hacia Haití», urgió el funcionario, subrayando la necesidad de una intervención internacional para frenar la creciente influencia de los grupos armados, que ya controlan más del 80 % de la capital y sus alrededores.
Entretanto, la capacidad de la policía haitiana y las misiones de estabilización de la ONU siguen siendo insuficientes para restablecer el orden en un país sumido en una profunda crisis política, económica y social.
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