El presidente electo de Estados Unidos Donald Trump dijo en una entrevista transmitida el domingo que “tendría que” deportar a todos los inmigrantes indocumentados y reiteró su promesa de campaña de poner fin a la ciudadanía por nacimiento.
“Se tiene que hacer”, declaró durante una entrevista con “Meet the Press” de NBC, después de que le preguntaran si planeaba deportar a “todos los que estén aquí ilegalmente” durante su mandato de cuatro años.
También utilizó su primera entrevista televisiva formal después de las elecciones de noviembre para insistir en que pondría fin a la ciudadanía por nacimiento, consagrada en la Constitución de Estados Unidos, “si podemos, mediante una acción ejecutiva”.
El plan de Trump
El gobierno de Bahamas rechazó una propuesta del equipo del presidente norteamericano electo para aceptar inmigrantes de otros países expulsados por Estados Unidos, informó la oficina del primer ministro, mientras que Panamá e Islas Turcas y Caicos manifestaron su resistencia a una eventual oferta.
Según había informado previamente la cadena estadounidense NBC, además de Bahamas el gobierno de Trump también tenía previsto plantear la posibilidad a otros países de la región como Panamá y el territorio británico de ultramar Islas Turcas y Caicos, así como Granada.
La administración encabezada por Philip Davis, indicó este jueves que recibió una “propuesta del equipo de transición de Trump para que Bahamas acepte vuelos con migrantes de otros países deportados”, según un comunicado.
“Esta propuesta fue presentada al Gobierno de Bahamas, pero el primer ministro la estudió y la rechazó firmemente”, resaltó. “Desde que el primer ministro rechazó esta propuesta, no ha habido más contactos ni conversaciones con el equipo de transición de Trump”, añadió.
El equipo de trabajo de Trump no hizo comentarios sobre el comunicado de Bahamas.
Según NBC, los asesores de Trump elaboraron una lista de países a los que pedir que acojan a los migrantes deportados cuando sus países de origen se nieguen a aceptarlos.
Sin embargo, en el caso de Panamá, el gobierno asegura que no hubo contactos al respecto.